Uno de los temas por los que la gente acude más a un hipnoterapeuta es el adelgazamiento o la necesidad de perder peso pero sentirse incapaz de conseguirlo y con una autoestima muy baja.
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Uno de los temas por los que la gente acude más a un hipnoterapeuta es el adelgazamiento o la necesidad de perder peso pero sentirse incapaz de conseguirlo y con una autoestima muy baja.
Para ello, las personas que solicitan este servicio suelen haber pasado previamente por toda clase de profesionales y acuden sin ningún tipo de fe al hipnotizador para ver si suena la flauta y consigue hacer que pueda perder peso de una vez por todas.
El cuadro que presentan estas personas suele ser:
- Obesidad grave o mórbida (inmovilidad)
- Trastorno depresivo y/o trastorno de ansiedad
- Traumas de la infancia y toda clase de complejos además de una autoestima 0
- Desinterés total por la actividad física
- Falta de tiempo para cuidarse y hacer cualquier cosa
- Actividad profesional estática (administrativos, oficinistas, guardias de seguridad, etc)
- Desinterés (por no decir negación total) a cambiar la dieta o los hábitos alimentarios
- Bajo presupuesto para cualquier cosa.
- Punto de partida de actitud tendente a poner todo bajo el mismo rasero sin tener en cuenta
que en cada intento se empieza de cero y el nuevo profesional merece una oportunidad.
- Desconfianza absoluta agravada con el desconocimiento de la hipnosis.
En estas condiciones, incluso para el mejor hipnoterapeuta las condiciones son poco idóneas y el trabajo resulta arduo y en ocasiones poco productivo. El terapeuta siente que su cliente no colabora y el cliente no ve resultados motivadores.
Pero las cosas son todavía mucho más complicadas, ya que no todo es tan sencillo como comer más o menos y hacer más o menos deporte. Es evidente que tener una actividad deportiva o física es fundamental para el equilibrio entre el gasto y el ingreso energético.
Pero hay algo más. Algo que responde a la pregunta del título. ¿Por qué tengo tanta hambre?
La respuesta es "Porque eres adicto/a a la comida".
¿Que quiere decir "adicto a la comida"? ¿Soy un vicioso, un pecador o algo peor?
No, solo eres una víctima. Como el fumador, el heroinómano, el alcohólico, el ludópata....Todos son víctimas.
¿En qué se parece la cocaína o la nicotina a la comida? En principio, en nada, si lo que comes es realmente lo que piensas que comes. ¿Que crees que hay tras una bolsa de pre-cocinados o de aperitivos "sintéticos" de maíz?
¿Te has fijado en lo que ocurre cuando consumes algunos alimentos salados o dulces? ¿Verdad que te resulta imposible a veces contenerte y tienes que seguir comiendo hasta que te impones o te dejas llevar hasta que se acaba el paquete? ¿Que ha sucedido? ¿Como has podido perder el control de esa manera?
Difícil elección
Aunque en muy pocas ocasiones se dice, lo cierto es que los sabores salados, los sabores ácidos y los sabores dulces incitan al consumo de alimentos y son los sabores típicos de los restaurantes de comida rápida que a los niños gustan tanto. También es mucho más fácil preparar unos nuggetts con patatas fritas que un puré de verduras con pescado. La criatura se lo come mejor.
Esto no quiere decir que los restaurantes aludidos sean los culpables, ni mucho menos, ya que ellos solo hacen uso de las conocidas técnicas culinarias para crear adicción. (De hecho el ketchup no lo fabrican ellos y es la salsa más consumida en el mundo). Lo que ocurre es que los fabricantes de alimentos se aprovechan de este fenómeno para crear cada día productos más adictivos, es decir, más salados, mas dulces o más ácidos, en definitiva, con más sabor.
Para colmo, todos esos alimentos están "mejorados" con toda clase de sustancias químicas que refuerzan, potencian, mejoran el poder adictivo de los alimentos. Hablamos de los químicos de la comida: "Los aditivos". Se trata de sustancias que supuestamente mejoran la calidad del alimento y hacen más fácil su conservación y/o sus condiciones alimenticias a la hora de consumirlos.
Está en boca de todos la peligrosidad de unos químicos que las autoridades autorizan, valga la redundancia, pese al conocimiento general de su peligrosidad. Y no obstante, casi nadie habla de la capacidad adictiva de todas estas sustancias que son las fundamentales causantes de una de las epidemias más importantes de los países avanzados.
En este blog voy a ir dando una serie de consejos, que probablemente la mayoría de la gente ya conoce, pero que conviene recordar para ayudar en la medida de lo posible a combatir el sobrepeso y sobretodo a salir de la adicción a la comida, recuperar la libertad de elección y sobretodo la salud y la autoestima favoreciendo una alimentación sana y natural, la que todos conocemos.
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Miguel Alarcón
Coach de Bienestar