Chita Espino-Bravo nos explica su experiencia de dejar de fumar con el méodo Magna.
Muy interesante y esclarecedora.
Hoy dejé de fumar hace 365 días.
Hoy, 9 de enero de 2016, hace un año exactamente que dejé de fumar con el método
de hipnosis de Miguel Alarcón. Me ha resultado lo más fácil que he hecho en mi vida. Los
primeros tres días estuve esperando que aparecieran la ansiedad y el mono famoso que todos
los fumadores conocemos cuando estamos una hora sin fumar, pero no aparecieron. Nunca
aparecieron y dudo que lo hagan ya. Miguel Alarcón me programó para que no aparecieran y
para sentirme bien mientras dejaba de fumar. Lo único que tuve fueron unos días de
malhumor al principio de dejarlo y mucha sensibilidad en las uñas y terminaciones nerviosas.
Esto se pasó en unos cuantos días. Cada día que no fumaba me sentía más fuerte, más
satisfecha y respiraba mejor. He practicado la natación dos veces por semana desde entonces
y mis pulmones trabajan muy bien ahora. He engordado unos 5 o 6 kilos, y creo que es
porque mi cuerpo se recupera a nivel celular, nutriéndose de la comida que le doy, sin tabaco
y venenos. Estoy volviendo a mi peso normal poco a poco y sigo haciendo ejercicio. Alguna
vez, mi mente recordaba el acto de fumar, porque para mí, fumar significaba relajarse y
tomarse un descanso, pero lo veía como algo que hacía en el pasado, un recuerdo de mí
misma. Lo más fuerte fue que a las 4 semanas de haber dejado de fumar, o por ahí, mi otro yo
se fue a fumar un pitillo al jardín, es decir, que mientras dormía, soñé que fumaba un
cigarrillo. En mi sueño me dio rabia y me dije: “oh no, otra vez fumando”…pero me
desperté y recuerdo que pensé que menos mal que era sólo un sueño. Ahora me rio y les digo
a todos mis amigos que yo dejé de fumar, pero que mi otro yo, alguna vez se fumó un pitillo
(en mis sueños). Sigo tomándome descansos y relajándome pero sin fumar y sigo bebiendo
café sin fumar. La sensación placentera que tenía al beber café es la misma ahora y no he
tenido que dejarlo como mi padre, cuando dejó de fumar él. Para mí, café y cigarro iban
juntos. Hoy no van juntos. Hoy, el tabaco me apesta y me molesta mucho. Intento no
respirarlo cuando alguien fuma cerca y pienso siempre: “Qué bien que yo no necesito
fumarme ese pitillo. Pobre persona, si no se lo fuma, se muere.” Me he dado cuenta la mucha
gente que fuma por la calle, porque constantemente huele a tabaco y me apesta. Lo mejor de
haber dejado de fumar ha sido el dormir. Cuando duermo, lo hago respirando profundamente
y me siento que tengo 15 años de nuevo. Duermo como una adolescente, respirando muy bien
y dejando que mi cuerpo se recupere mientras duermo con la respiración. Mi cuerpo es
consciente de ello y se beneficia mucho cada día que no fumo. La piel de mi cara ha
cambiado y mis manos que eran un poco moradas de tono, están ya con un tono más rosado.
No cambio el cigarrillo por dormir como duermo desde hace un año. Mi experiencia ha sido
muy positiva. Cada viernes que pasaba, hacía un comentario sobre las semanas que llevaba
sin fumar en FB, y los amigos apoyaban con un ‘like.’ Cada semana que pasaba sin fumar era
un logro personal para mí que he fumado durante 30 años. No me consideraba una fumadora
empedernida, pero era fumadora de tabaco negro y fumaba un paquete, o casi un paquete de
cigarrillo al día. Cada mes me celebro y me doy un capricho, pues no sé, me invito a un
facial, o a un masaje, algo bonito para mí que me lo merezco por no fumar, algo que me va a
sentar bien. Creo que lo más importante es querer dejar de fumar y la frase que se me quedó
grabada fue: “Para dejar de fumar, lo único que tienes que hacer es no fumar.” Así de fácil
es. Simplemente, no fumes más…..tu cuerpo puede hacerlo y no es tan doloroso como nos
creemos que es. Es fácil y al encontrarte mejor de inmediato, te empiezas a cuestionar por
qué no dejaste de fumar antes. Animo a todos a dejar de fumar con Miguel Alarcón. Os vais a
sentir increíbles. Vais a respirar como nunca.
Chita Espino Bravo